«No suelo plasmar el color sobre un papel vacío, sino sobre una imagen que ya existe.
Todos tenemos impresos en la memoria cientos de momentos vividos que nos despiertan sensaciones y nos hablan de quiénes somos y qué hemos vivido, que nos demuestran nuestra propia existencia. Yo, por ejemplo, nací en Madrid en una gran familia donde todos nos mezclábamos como en una gran fiesta.
Mi padre hizo que amase la música clásica, las galerías de arte y la fotografía.
Casi todos mis recuerdos están impresos en papel y desde hace veinte años les añado pintura y materia.
Al principio fue de manera autodidacta, mientras estudié y trabajé en publicidad, pero después me formé de manera específica. Tardé años en descubrir mi propio discurso plástico, en encontrar el equilibrio entre la espátula, la fotografía y los materiales.
El camino intermedio del realismo abstracto que defino y apoyo en lo que vivo y en mi manera de vivir.
Mi obra soy yo.”
Esta página web no podría haberse realizado sino me hubiera encontrado por el camino a dos maravillosas artistas: Delma y Rosaura Rombo, dos profesionales dedicadas al mundo de la comunicación visual.
No dudé ni un segundo.